Esclerosis múltiple y problemas de vejiga

Esclerosis Múltiple para tontos, 2ª Edición

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3. Esclerosis múltiple y problemas de vejiga. Libro Relacionado. Por Rosalind Kalb, Barbara Giesser, Kathleen Costello

Aproximadamente del 80 al 90 por ciento de las personas con esclerosis múltiple (EM) experimentan un problema con la función de la vejiga en un momento u otro. Dado lo temprano que se entrena para ir al baño en la vida, no es de extrañar que los problemas en esta área sean tan amenazantes para la autoconfianza y la autoestima. Básicamente, usted encontrará dos tipos de problemas de vejiga en la esclerosis múltiple: Mantenerlo dentro cuando quieras y sacarlo cuando quieras. Suena bastante básico, ¿no?

EM y problemas de almacenamiento de la vejiga

Estos problemas ocurren cuando la vejiga es pequeña y demasiado activa (espástica). En lugar de expandirse para retener la orina acumulada, la vejiga comienza a contraerse tan pronto como se ha acumulado una pequeña cantidad. Y para colmo, el esfínter urinario sigue abriéndose para dejar salir la orina. Por lo tanto, en lugar de una agradable y relajante visita al baño, experimentas impulsos intensos y frecuentes de orinar, a veces con una frecuencia de 15 a 20 minutos. También puede experimentar goteo o incluso una inundación ocasional.

La salud pueden experimentar

Si usted está teniendo este tipo de problema de vejiga, comuníquese con su neurólogo, urólogo o enfermera especialista. Él o ella tiene diferentes opciones de tratamiento para ayudar a calmar la vejiga hiperactiva. Hay varios medicamentos disponibles, así que usted y su profesional de la salud pueden experimentar para encontrar el que proporcione el mayor beneficio con el menor número de efectos secundarios. Los medicamentos más comúnmente usados incluyen tres formulaciones de oxibutinina (Ditropan; Ditropan XL, una formulación de liberación prolongada; y Gelnique, un gel tópico); Detrol (tolterodina); Sanctura (cloruro de trospium); Vesicare (succinato de solifenacina); y Enablex (darifenacina), entre otros. Cada uno de estos medicamentos puede reducir la frecuencia urinaria y la sensación de urgencia para que pueda ir al baño más cómodamente.

La vejiga

Y lo creas o no, la FDA aprobó el Botox (onabotulinumtoxinaA) en 2011 para controlar una vejiga hiperactiva (que no almacena la orina adecuadamente) en la EM y otras afecciones neurológicas. (Sí, estamos hablando de una versión con receta del mismo medicamento que se ocupa de las arrugas.) Está aprobado para su uso por personas que no han obtenido suficiente alivio de los medicamentos para la vejiga que acabamos de describir o que son incapaces de tolerarlos.
El Botox actúa relajando el músculo de la vejiga para que pueda retener más orina sin filtraciones. Mientras se observa el interior de la vejiga con un cistoscopio (un tubo especial que se inserta en la uretra con una cámara en el extremo), el médico inyecta el Botox en la vejiga. Para asegurar su comodidad, el médico administra ya sea un anestésico local (con o sin sedación) o anestesia general. Los efectos de cada inyección duran aproximadamente nueve meses.